El Coro de Cámara Rías Baixas cantará la «Misa de la coronación» junto a la Orquesta Sinfónica Vigo 430

M.MORALEJO

El auditorio del Conservatorio Profesional de Música de Ourense acoge esta tarde, a las 20.00 horas, el concierto inaugural del programa conmemorativo de su sesenta aniversario. La Orquesta Sinfónica Vigo 430 y el Coro de Cámara Rías Baixas ofrecerán la Misa de la coronación de Mozart. Este concierto también se podrá escuchar mañana en el auditorio del Conservatorio Superior de Música de Vigo. Bruno Díaz es el creador y director del Coro de Cámara Rías Baixas, formación que ensaya en las asociación Val do Fragoso.

-¿Qué tiene de especial esta obra?

-Esta pieza es una joyita dentro del repertorio para coro y orquesta. No tiene grandes virtuosismos o grandes arias para solistas, como cuando hicimos el Rossini, pero gusta mucho y atrae habitualmente a mucho público.

-¿Cómo surgió la colaboración con la Vigo 430?

-Yo se lo propuse a la orquesta hace medio año. Quería saber si estaban interesados en contemplarla en su programación. Y lo aceptaron. Con tan buena suerte que salieron los dos conciertos en Vigo y Ourense

-¿Presentan modificaciones para este concierto?

-Aunque tratamos de seguir siendo un coro de cámara de dieciséis voces, tuve que reforzarlo para la ocasión porque solo en violines la orquesta presenta diez, y los instrumentos siempre suenan más que las voces humanas. Así que, para esta ocasión vamos con veintidós voces.

-¿Qué supone para el coro actuar junto a una sinfónica?

-Cuando empecé este proyecto, la idea era que el coro hiciese óperas, capella y sinfónico, y que fuese una herramienta para las orquestas y grupos instrumentales. El hecho de que solo en Vigo haya más de cuarenta coros hace que considere una gran suerte que seamos nosotros los que podamos actuar con la Orquesta Sinfónica de Vigo 430. Es un honor profesional y creo que es un primer paso de cara a futuras colaboraciones con ellos. Estamos cumpliendo los objetivos iniciales.

-¿Se produjeron cambios en el coro respecto al origen?

-Intentamos seguir la línea que yo tenía en cabeza al principio, claro que cuando la teoría la llevas a la práctica tienes que moldearlas ideas según las complicaciones que van surgiendo. En el segundo concierto ya vi que cuatro voces por cuerda era muy justo porque si a alguien le ocurre un imprevisto queda el coro sin cubrir. Así que, aunque seguimos siendo dieciséis, tenemos una pequeña cartera de cantantes que pueden reforzarnos en un momento determinado. Como ocurre en este concierto, que vamos veintidós. No obstante, queremos conservar la esencia de coro de cámara, que es lo que nos diferencia de los demás.

-¿Por qué afrontan repertorios distintos al de otros coros?

-Empecé cantando en el coro Compostellanum y en el coro de la Sinfónica de Galicia, ambos setenta personas. Dentro de ellos, me di cuenta de que había lugares a los que no podíamos acceder debido a las dimensiones. Así que años después, tras acabar la carrera, pensé que todo el mundo se merece escuchar música coral de calidad, no solo donde hay lugares para grandes coros. Pensé que se podía hacer un grupo vocal pequeño pero en el que todos los integrantes supiesen leer música. Muchos coros no se atreven con determinado repertorio debido a ello. Nosotros, en cambio, podemos abordar un Mozart, un Rossini o Haendel, repertorios que por aquí no se escucha habitualmente.

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