Amigos de la Ópera programa el domingo su producción más grande y costosa hasta el momento, la representación de la ‘opera bufa’ de Verdi

Amigos de la Ópera de Vigo pone el domingo, a las 19 horas, sobre el escenario del teatro Afundación la mayor producción y la más cara que haya programado nunca en un Otoño Lírico: Falstaff, la última ópera escrita por Giuseppe Verdi y su segunda comedia lírica. A las tablas se subirán 10 cantantes principales, 56 voces de coro y 58 músicos, apoyados por un equipo técnico de más de una decena de personas, que buscarán “entretener y conmover” al público vigués con, como diría Richard Wagner, “un espectáculo de obra de arte total”. Tal y como destacan sus artífices, es una cita perfecta para un espectador que quiera introducirse en la ópera.

Una obra como Falstaff, de enorme requerimiento de espacio, necesita un foso orquestal mayor del que tiene Afundación. Así, los músicos de la Orquesta Sinfónica Vigo 430 compartirán escenario con el elenco de cantantes –Luis Cansino, José A. López, Leonor Bonilla, Francisco Corujo, Carmen Solís, Anna Gomá, María Luisa Corbacho, Josep Fadó, Javier Agulló y Pedro Martínez Tapia– y el coro Rías Baixas. Por ello, se hace inviable representarla con toda su escenografía y se ha optado por un formato semiescenificado y apoyado en las nuevas tecnologías para suplir esos elementos para los que no hay espacio sobre las tablas. Es una producción original; es decir, creada específicamente para Vigo.

“La música y el teatro van de la mano en ella”, destaca Corbacho. Por ello, no han querido renunciar a la parte interpretativa de los cantantes. “A través de proyecciones y del propio movimiento de los actores, hemos creado una pequeña dramaturgia para sacarle más partido”, describe. Algunos de los vídeos son interpretaciones del propio coro Rías Baixas, “para que esa parte interpretativa no se eche en falta”. Otras grabaciones son ambientaciones que ponen al público en situación.

Corbacho hace una lectura “contemporánea” de Falstaff. “Es una obra que refleja de una manera muy clara cómo se comporta el ser humano en sociedad, tanto con sus miserias como con sus aciertos”, describe y entiende que es un “mecanismo humano” que sigue “muy vigente” hoy.

Revolución de la ópera bufa

Con esta obra, a sus casi 80 años, Verdi revolucionó la ópera bufa y el teatro musical. “Sorprendió a todo su público y yo creo que a él mismo. Supo reinventarse”, subraya Corbacho y añade: “lo conocemos por sus dramas, tremendos, y se permitió el lujo de acabar con una comedia bufa”. Califica el humor del compositor italiano de “muy inteligente” y “cercano” a la sociedad. También destaca la “justicia con las mujeres” que hace esta obra, con unas protagonistas “empoderadas” que quieren dar su merecido a Falstaff y logran resolver quieren todas las tramas como ellas quieren.

Esta producción es un “complejo mecanismo de relojería”. Su director musical, Manuel Coves, hace hincapié en la “dificultad” de coordinar “muchos personajes, muchísimas situaciones teatrales totalmente musicalizadas, con miles de cambios de dinámicas y matices”. “Técnicamente es muy difícil tanto para los cantantes como para la orquesta”, explica. Cuenta que esta obra, “a partir de la que el teatro musical cambia”, es un reto para sincronizar música y texto: “Si hay un portazo, una pelea o un embrollo, se escucha en la música. Es una unión excelente”.

Otro de los desafíos con los que deberán lidiar es con el mayor volumen que generan los instrumentos al estar sobre el escenario en vez de en el foso. “Hay que estar atentos” para no tapar las voces. Además, los cantantes y los músicos estarán “de espaldas” y no de frente. “Esa conexión directa no está y es realmente complicado”, indica. ¿Y cómo se soluciona? “Funciona la intuición musical por parte de todos, que respiremos juntos, como si hubiera una energía común”, señala.

Para ello, cuenta con un “grupo fantástico de profesionales”. “Casi todos nos conocemos desde hace muchos años y el hecho de que hay buena relación personal hace que todo sea más fácil. Sabemos que es una obra verdaderamente difícil y vamos todos a una con el máximo compromiso”, apunta.
El barítono Luis Cansino: “No es fácil cumplir 35 años sobre los escenarios, es una carrera de fondo”

Luis Cansino tenía solo 20 años cuando debutó en un espectáculo de lírica. Muy joven, si se tiene en cuenta, además, que es barítono y que estas voces tardan más en madurar. Fue en la temporada de verano de 1987 del Centro Cultural de la Villa de Madrid, “de una manera casual”, sustituyendo a Luis Villarejo. Interpretaban una antología de Francisco Alonso y necesitaban a alguien para la “Romanza del gitano”. “En ese momento piensas que lo has conseguido todo, pero era solo el embrión”, señala. El domingo, interpretando a Falstaff, un personaje por el que tiene “especial cariño”, el barítono vigués celebra sus 35 años de una carrera que siempre ha ido “hacia delante”, cargada de grandes dosis de “cordura”.

Pero esa no era la primera vez que Cansino cantaba en público. En su casa de A Florida, a los 8 años, le gustaba interpretar a Nino Bravo, Raphael… Un día llamaron al timbre los familiares de unos vecinos que le habían escuchado cantar. Tenían un programa en La Voz de Vigo –actual Radio Nacional–. Le recomendaron a su madre que lo llevara a música y le propusieron hacerle una prueba, que superó. Así que le ofrecieron cantar un par de días a la semana en el programa de Xan das Canicas, a cambio de la merienda. Él iba “feliz”. “Quería ser como Albano o Camilo Sexto”, recuerda.

Sin embargo, abandonó sus sueño de la canción melódica cuando se trasladó a Madrid, comenzó a estudiar en su conservatorio superior con 14 años y una de sus profesoras le animó a dedicarse a la lírica. “Me dijo que entendía que mi voz era para la ópera y la zarzuela y que si no seguía ese camino pensaba que me podría arrepentir y que la lírica podría perder una voz importante”, recuerda. Allí fue premio de honor Fin de Carrera y premio extraordinario Lucrecia Arana.

Así es como empezó la “carrera de fondo” que es la de la lírica, en la que ha conseguido algo que “no es fácil”: cumplir 35 años subido a los escenarios de medio mundo. Pero el que le provoca “un plus de responsabilidad y adrenalina” es el de casa. Debutó en Vigo en 2007. Entre los múltiples reconocimientos recibidos, destaca el Premio a la trayectoria profesional concedido en 2015 por la Asociación Española de Amigos de la Lírica. Su compromiso con su sector se refleja en la fundación del Sindicato de Artistas Líricos de España, del que es su secretario general.

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